domingo, marzo 14, 2010

Brillar donde Dios nos colocó.










Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres. - Mateo 5:14-16.

Dios coloca a sus hijos aquí y allá en el mundo, como se colocan faroles en las calles de una ciudad. Pero al igual que las lámparas eléctricas, para dar luz es necesario estar en contacto con la fuente de energía.

El Señor Jesús advirtió a los suyos: “Separados de mí nada podéis hacer” (Juan 15:5). Evidentemente, las lámparas no se preocupan por el lugar donde fueron colocadas; lo importante es que den luz. El que las coloca en el lugar donde deben estar es el responsable.

En el sentido moral, la luz es la irradiación de la vida de Jesús en el mundo. Usted se halla en cierto vecindario, en un lugar de trabajo determinado, en condiciones que tal vez quisiera cambiar, pero que no son casuales. Dios lo colocó allí y sabe por qué lo hizo. Espera que usted reproduzca, y justamente en su entorno, las perfecciones morales de Jesús: bondad, humildad, dulzura, alegría, paciencia y abnegación.

Los que no leen la Palabra de Dios deben, de alguna manera, poder leerla mediante el testimonio de la vida de los creyentes. ¿Qué se necesita para esto? ¡Que la corriente pase! Permanecer en contacto con la fuente divina, mantener la comunión con el Padre y con el Hijo. La razón de ser del cristiano en la tierra es irradiar la luz de Cristo. ¡No faltemos, pues, a nuestra vocación!

miércoles, marzo 10, 2010

Exodo La Salida de Egipto












El Exodo es la salida de Egipto .Esta es, en la Biblia, la gran hazaña de Dios: la salida del país de la esclavitud hacia la tierra prometida. Dios libera a su pueblo <>, abriendo un camino en el mar.


Este libro es el segundo de los llamados libros históricos de la Biblia ; también conocidos como los libros del Pentateucos (Génesis, Exodo, Levítico, Números y Deuteronomio. Tradicionalmente se ha atribuido a Moisés la composición de los Cinco Libros. Así lo admitieron desde tiempos remotos los judíos, y los primeros cristianos.

El libro está dividido en seis secciones:

1-El relato del crecimiento de los descendientes de Jacob como pueblo, su esclavitud  en Egipto, y su escape final (Éxodo. 1-12).
2-El viaje desde Egipto al Monte Sinaí (Éxodo. 13-18).
3-La formación de una alianza entre Dios y el pueblo, y las leyes asociadas (Éxodo. 19-24).
4-Las intrincadas instrucciones para la construcción de un Tabernáculo, ropas de sacerdocio otros objetos rituales (Éxodo. 25-31).
5-El episodio del becerro de oro, y la nueva entrega de la ley (Éxodo. 32-34).
6-La construcción del Tabernáculo, vestimentas, y los objetos utilizados en los rituales (Exodo, 35-40).

El principal propósito del Éxodo es mantener vivo en la memoria del pueblo hebreo el relato fundacional de sí mismo como nación: la salida de Egipto y la consiguiente liberación de la esclavitud. A través de su huida y la búsqueda de la Tierra Prometida, el judío adquiere conciencia de su unidad étnica, filosófica, cultural y religiosa por vez primera.

El Éxodo establece también las bases de la liturgia y el culto, y está dominado en toda su extensión por la figura del legislador y conductor, el patriarca Moisés (sacado de las aguas).

El Éxodo es el corazón del Antiguo Testamento, y aquello que le da su significado al presentarnos a un Dios que liberta a los hombres.

Este libro ha dado a la religión judía y luego a la cristiana, su primera orientación que las hizo diferentes de todas las demás .Dios no viene primero para que se lo respete o para indicar caminos espirituales, sino para escoger un pueblo con el cual actuará en el corazón de la historia humana.

Los Evangelios primero , y luego los cristianos, reconocerán en Jesús el nuevo Moisés de una nueva partida; y buscarán en este libro como figuras de todo lo que viven en la iglesia: ¿ El paso del mar?; ¿Es el bautismo?; ¿La roca de la que sale la fuente? es Cristo.

El Éxodo es antes que nada la liberación de los esclavos y la elección del pueblo de Israel en la búsqueda de la Tierra Prometida,

El Éxodo y la Historia

Los relatos del Éxodo abundan en historias hermosas , pero están muy lejos de lo que habríamos presenciado allí. Al contemplar las escenas grandiosas que allí se pintan , nos gustaría saber lo que la historia puede decir al respecto.

El Dios verdadero del Éxodo

Dios salva a su pueblo para que ellos puedan vivir una relación fiel con el.

Estamos pues confrontando con dos historias, la científica y la que ha formado la conciencia de Israel y del pueblo cristiano. La primera reconoce que allí Dios ha entrado en la Historia; su acción ha sido muy discreta y en esto descubrimos su pedagogía; Dios es muy paciente. La otra historia nos enseña quiénes somos y solamente la entienden bien aquellos que han creído en Cristo como su Salvador.

lunes, marzo 01, 2010

La Bandera

Uno de los soldados le abrió (a Jesús) el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua. Y el que lo vio da testimonio… y él sabe que dice verdad, para que vosotros también creáis.
 – Juan 19: 34-35.


Un tren expreso había chocado violentamente contra un tren suburbano que se había detenido a causa de una avería, aunque un empleado, blandiendo una bandera, había señalado el hecho. El conductor del tren expreso había salvado su vida saltando de la locomotora antes de la catástrofe.

Algún tiempo después tuvo que comparecer ante un tribunal. Allí se le preguntó: –¿No vio usted al empleado que blandía la bandera exigiéndole detenerse? Él contestó: –Lo vi, pero tenía una bandera amarilla. Concluí que todo iba bien y seguí avanzando. Entonces fue llamado el empleado de la bandera y se le preguntó qué bandera había utilizado. –Una bandera roja, pero el tren no se detuvo. –¿Está usted seguro de que era roja? –¡Totalmente seguro!, fue la respuesta.

Como los dos hombres insistían en la veracidad de su testimonio, se le pidió al empleado que mostrara su bandera como prueba. Entonces se esclareció el misterio: la bandera había sido roja, pero con los años y el sol, se había puesto amarillenta.

¡Cuidémonos de las banderas que pierden el color! ¡Cuidado con los mensajes supuestamente cristianos que ya no reconocen la necesidad y el valor de la sangre de Cristo vertida para quitar nuestros pecados, este elevadísimo precio pagado para darnos la paz! No temamos proclamar esta doctrina esencial de la Palabra de Dios:“La sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado” (1 Juan 1:7).

Datos personales

Pastor Elias Alves